viernes, 4 de junio de 2010

Nobleza obliga / Tachero buena onda

No suelo hablar con los tacheros. Mejor dicho, no soy de sacarles charla. Pero ayer con Miguel Angel fue distinto. Aún conmocionado por la noticia del inglés del mismo rubro que mató a 12 personas por un mal día, primero le pregunté si me alcanzaba con $15 para un viaje corto (sino le encajaba uno de $100). "Llegás tranquilo", me respondió. Cómo decirlo, Miguel Angel exudaba paz por cada poro. Me contó que da masajes Zen Shiatsu (no tengo la más puta idea de cómo llegamos a ese punto, pero fui yo quien propuso la conversación inicial) y se ocupa de terapias alternativas. Además de hablarme de la técnica de imposición de nudillos, me dijo que le estaban saliendo tantos trabajos que en algún momento iba a tener que decidirse, "el tacho o los masajes". Pero que la cosa no era tan simple porque "un día te llaman 20 clientes y a la otra semana 5" y está el tema de la manutención de su ex. El sueño de Miguel Angel es volver a Salta y ponerse un taller para dar clases de respiración, vida sana, etc. Antes de bajarme le pedí el número de teléfono, "y que la balanza se incline para los masajes", le tiré. Uno de estos días lo llamo.

2 comentarios:

Yo inconcluseo, tú ¿inconcluseas?