Recuerdo a mi mamá descostillándose de la risa cuando veía algún sketch de Niní Marshall. Esos que podían pasar por la tele durante un sábado a la hora de la siesta. Yo era muy chico y no entendían bien el audio, por lo que disfrutaba más viéndola a ella tratando de imitarla. Ayer pasaron por Canal 7 "Hay que educar a Niní" pasadas la 1:30 de la mañana. Me clavé la primera hora y confieso que, aunque siga sin entender del todo el audio, me morí de risa. Pregunto, ¿por qué la comedia es una palabra prohibida para el cine argentino actual? No es por falta de público, hay una industria floreciente, y descreo de que no haya comediantes (aunque genios como Marina Esther Traveso, su nombre real, aparecen muy cada tanto). Las carulas de Niní, las vueltas de tuerca de las palabras, su slapstick comedy natural, y si me apuran digo que hasta tenía cierto sex appeal. Me hizo acordar a Lucille Ball, otra gran comediante con la que Niní comparte su ADN humorístico.
martes, 15 de junio de 2010
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yo las ví todas de chiquita (gracias a canal 7, obvio) y me parecían tan graciosas, andá a saber, me seguiré riendo?
ResponderEliminarDe una. Cuando se pone a cantar esas canciones españolas es fija.
ResponderEliminarTe dejé un comentario en el blog de Marie.
ResponderEliminarCuidate.
Grosso, gracias por la data
ResponderEliminarDe nada! Me uní a las tuyas y tuyos.
ResponderEliminarSaludos.