Cola en el supermercado. Dos vecinas hablan. Llamémoslas Ester y Mónica. Ellas andarán en sus sesenta y pico. La cajera les pide monedas pero ellas no escuchan. Su charla las tiene ensimismadas.
-Me tuvieron que anudar el cuello del útero a la cicatriz de la cesárea...
-Ah mirá, a mí me pasó algo parecido.
-¿Y se te formó como una película?, ¿una especie de pared?
Creo que hoy no voy a poder comer.
sábado, 26 de junio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
TREMENDO, con mayúscula!
ResponderEliminarSaludos.
Sigo con retorcijones en el estómago
ResponderEliminar