Fui testigo de la emoción de mi amigo Pablo al esuchar el rumor sobre Cappa sentándose en el banco de suplentes de River. Se le abrieron los ojos como dos toronjas. En ese mismo instante empezamos a preguntarnos cuál sería el título por su llegada al club de Nuñez, y varios lanzaron el que efectivamente utiliza hoy Ole.
Al margen, ¿porqué le decimos olé como si fuera un periódico sobre tauromaquia o flamenco cuando en realidad deviene del ooooooole futbolero?
En el blog del bigote nacido en Bahía Blanca, a quien sería genial invitarlo al ciclo, ya hay quienes le piden que no ponga a Abelairas
martes, 13 de abril de 2010
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Efectivamente, fede. Entre la sorpresa, la emoción y el monstruito que surge luego de la ingesta etílica, mis ojos se abieron por la excelente noticia. Porque lo de Cappa es distinto. El espiritu riverplatense pide a Ramón hace años, y sabe que va a pasar. Ramón va a volver, y con él viejas y nuevas glorias. Tiene esa puta magia del conductor: sabés que es mal tipo, que es corrupto, que no lo quiere nadie y sin embargo te arrastra... lo necesitas.
ResponderEliminarEn cambio la magia de Cappa es otra. Es la sorpresa, lo inesperado. En términos fulbolísticos, es el marcador de punta que llega al área rival para definir o servir el gol. Ramón es la abundancia, la prepotencia del futbol bueno y caro, del futbol millonario. Cappa es nacional y popular.
Ayer volví a ver a River y sucedió algo espectacular: los jugadores pasaban la pelota 3 o 4 veces seguidas y generaban jugadas de gol. Algo inconcebible para los ultimos flacos años de la banda roja. Dimos vuelta un partido. Qué más se puede pedir en estos momentos. Es la magia de la esperanza renovada.
En cuanto al nombre del periódico deportivo, tengo que disentir con vos. La evidencia: esa molesta tilde en la e. Tiene una connotación de plaza de toros o estadio Bernabeu que demuestra una permanente autodenigración nacional que recorre casi todos los medios culturales de nuestra bendita patria. No tengo dudas que más de un periodista de ese y otros medios preferirían estar relatando o comntando el partido del Real o los goles de Messi o elogiando la organización empresarial del Masnchester Utd. que disfrutar de la adrenalina de un partido por la promoción o los últimos destellos de un futbol que languidece pero que nunca muere.
Igual estoy con vos. Hay que cambiarle el sentido a la cosa. Después de gritar un gol agónico; de exclamar un uuuuuh como corolario de una lenta puesta en pie al ritmo de una jugada de gol; el ooole, ooole es una de las cosa más lindo del coro tribunero. De hecho, yo que no soy de reconocer virtudes ajenas, jamas me voy a olvidar de Marangoni y su ballet, olé, olé.
Abrazos
El mono
Gran texto mono...Al estilo de la vieja El Gráfico...¡Cómo olvidar el toque de ese 5 rubio de toque glacial y corazón de fuego!
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