miércoles, 6 de enero de 2010

Teléfonos sin 4 adelante


Tras meditarlo largamente, decidí pasar los números telefónicos anotados en las últimas cinco agendas anuales, sumado a los de una bastante baqueta que tenía incluso números sin 4 adelante. La idea había nacido del quilombo que implicaba encontrar algún teléfono en toda esa maraña de anotaciones. Hacia agosto de 2009 compré la agenda en imagen, aunque recién ayer empecé a copiarlos -mezcla de falta de tiempo y energía para emprender la empresa-. Antes de anotar el primero surgió una duda: ¿cómo pasarlos? ¿por nombre o por apellido? ¿separarlos por trabajo y amistades? ¿y los que tienen apodo? ¿primero el celular o la casa?


Me sentí tan desdichado y enfermizo como John Kusack en "High Fidelity" ya que, además de lo contado arriba, por embadurnarme con tantos nombres y números realicé un viaje al pasado. Había teléfonos repetidos, de compañeros de la secundaria que nunca volví a ver, de gente que no puedo asociar con una imagen clara -amistades veraniegas supongo-, ex novias, y algún que otro famoso como Daniel Rabinovich, Rodrigo de la Serna y Charly García, a quienes nunca llamé.
Luego de dos días de trabajo, errores y filtros (la decisión de no pasar el número de una persona con quien se tuvo algún tipo de conexión es mucho más difícil que no aceptarla en alguna red social, créanme) he terminado la faena.
El primer número es de Amnesty Internacional, la Z aún está vacía.   

1 comentario:

Yo inconcluseo, tú ¿inconcluseas?