Gracias a Leonardo Ferri por sus justas observaciones desde la primera fila, muchas de ellas imperceptibles en ese momento (al menos para mí).
Miguel Rep, Daniel Melero y Pedro Saborido fueron los invitados del segundo encuentro organizado por el Centro Cultural de España en Buenos Aires. Más adelante estarán Gabo Ferro, Osvaldo Bayer, Marcos López y Liliana Herrero.
Por Leonardo Ferri
Ya tiene su espacio, y bien merecido. La cuestión era darse cuenta y reflexionar que todo aquello que queda inconcluso, huérfano de final y carente de remate, no es algo necesariamente malo. Esa carrera abandonada, ese noviazgo trunco, esa canción sin arreglos, aquella historia con introducción y nudo, pero sin desenlace, y esa idea nunca concretada pueden ser producto de un destino cruel o de un inconsciente rebelde, que no acepta su papel accidental e involuntario, y dice “ya no quiero seguir, mejor que todo quede como está”. “Inconcluso” es el nombre de un ciclo de charlas organizadas por Federico Lisica, periodista del Suplemento NO de este diario, en el Centro Cultural de España en Buenos Aires, por donde pasan personajes variopintos de la cultura. El eje central es la afirmación de que la Argentina , más que un país, es el proyecto de uno. Cada miércoles, los participantes son invitados a exhibir sus catálogos de inconclusiones en público, experiencias que en principio podrían ser negativas, pero que muchas veces son defendidas a capa y espada por sus protagonistas.
Miguel Rep, Daniel Melero y Pedro Saborido fueron los invitados del segundo encuentro (antes habían pasado Bobby Flores y Rocambole). “Todo lo que se conoce como obra terminada es, sencillamente, haberlo soltado”, afirmó Melero. El músico, que fue casi empujado a romper el hielo e iniciar la charla, admitió no poder imaginar algo que no sea inconcluso, ni siquiera “morir y haber concluido”. Al igual que Saborido, quien hizo referencia a lo inconcluso como algo placentero que no quiere que se termine, Melero ve este fenómeno como “algo muy positivo para la vida”.
Pero, ¿cuándo es bueno y cuándo malo que algo quede, en apariencia, inconcluso? O mejor, ¿para quién es positivo y para quién negativo? Mafalda es una obra terminada para Quino, su autor, aunque en su público siempre quedó latente la idea del regreso. O Los Beatles, eternos embajadores del mundo inconcluso, del que siempre se puede obtener un poco más (de canciones, de dinero, de noticias).
Rep reflexionó acerca de aquello que queda sin consumar, por propia voluntad o por la falta de ésta. “Cuando uno no concluye algo es porque el deseo no era muy fuerte, en cambio el dolor de lo inconcluso es grande cuando ese final es marcado por los otros”, arriesgó. La ausencia del final, entonces, está marcada por los demás, esos que se roban la libertad del artista. Rep dijo: “Las cosas que valieron la pena que hiciera, las terminé”.
Historias sin final
Historias sin final
Como buen guionista y contador de historias, Saborido fue armado con un cuaderno en el que tenía registrada una conversación con Eduardo Eurnekian, otrora capo máximo del canal América. Con motivo de un cambio de horario de un programa, Saborido participó, junto al productor Sebastián Borenztein, de un intercambio de ideas –por llamarlas de algún modo– con el empresario:
–¿Qué quieren?
–Cambiar el horario.
–No me rompan las pelotas, los levanto y se van a la mierda.
–Si es así, nos vamos a la mierda ahora.
–Bueno, váyanse a la mierda.
–Ok, pero nos vamos a la mierda ¿eh?
–¡Váyanse a la mierda de una vez!
Como era de esperarse, la charla terminó con la “inconclusión” del programa. “De chico me decían, por un lado, que las cosas hay que hacerlas bien o mal, pero hacerlas, y por el otro decían que las cosas hay que hacerlas bien o si no, no hacerlas”, recuerda Saborido, centrado en el papel que cumple la mirada ajena en todo esto. “La conclusión está relacionada con el resultado y con lo que el otro dice que concluiste, a pesar de que uno pueda estar feliz con su inconclusión permanente”. Parece un juego de palabras, pero no lo es.
Llevado al plano de lo concreto, Melero admitió haber abandonado dos carreras universitarias porque no se animaba a decirles a sus padres que quería ser músico. Rep, por su parte, abandonó primero sus estudios secundarios, luego los de árabe y, más tarde, su intención de convertirse en un maestro internacional de ajedrez. Tampoco terminó una historieta llamada “Tango”, ni otra que tocaba el tema de Malvinas. A la hora de juzgar sus obras, Rep diferencia su trabajo en la gráfica –que considera finalizado– de sus murales y cuadros, a los que siempre ve como objetos sin final, en permanente desarrollo.
Argentina, país inconcluso
Argentina, país inconcluso
“Hay un tipo de cosas inconclusas que producen dolor, y son las que tienen que ver con lo social y con las responsabilidades no tomadas por aquellos que tienen el poder para establecer cómo ocurren las situaciones sociales”, explicó Melero. El músico, nacido en Flores, hizo recientemente el experimento de viajar en el tren hasta Moreno, y pudo comprobar que todo aquello que conocía y recordaba estaba igual, pero deteriorado o sin terminar. “En una casa había un tanque de agua con forma de mate, que antes era hermoso, pero cuando volví a verlo estaba todo despintado y con la bombilla quebrada, y aquellas casas que eran un proyecto siguen hoy siendo bloques de hormigón invadidos por plantas.”
En referencia a lo mismo, Rep se consideró un privilegiado respecto de sus predecesores en el dibujo, el arte y el pensamiento. “Todos aquellos a los que admiro y admiré han visto interrumpida su campaña por los golpes institucionales, ya fueran militares o de aquellos partidos que reformulan todo lo hecho por sus antecesores, cosas inconclusas que son muy graves”, expresó. “Como laburante tuve la suerte de una continuidad institucional dentro de esta pseudodemocracia que vivimos, lo que me sirvió para desarrollar un estilo y un pensamiento, sin las interrupciones bruscas que han soportado otros creadores.”
El Ciclo Inconcluso se extenderá –porque no se puede decir que va a concluir– durante dos presentaciones más, con Gabo Ferro, Osvaldo Bayer, Marcos López y Liliana Herrero como invitados (consultar la agenda en inconclusoporaho ra.blogspot.com). El año próximo quizá continúe, para lograr llevar el concepto a la realidad y liberar a los autores de la obligación de poner un punto final.