Estas son otras preguntas que le hice a Simon Reynolds para la entrevista del Suple NO y que no salieron en el artículo.
-¿Cuánto
tiene que ver el nuevo valor de la
música -gratuito en la mayoría de los casos por el download- en esta
experiencia con la música?
-La izquierda abrazó la desmercantilización porque pensó que afectaba a las grandes corporaciones,
la idea de que la música dejaba de ser mercancía. Lo irónico es que esto no afecta tanto a los grandes como a
los sellos más pequeños. De joven, comprarse un disco era una decisión muy
grande, y te asegurabas que ibas a escucharlo. La desmercantilización lleva a que la música sea menos producto, menos
sagrada, a veces se acerca a la nada misma.
-En Argentina se emite Peter Capusotto
y sus videos, un programa de TV donde el humor usa el discurso del rock. Se llegó a afirmar que este programa era lo más importante que le había
sucedido al rock en los últimos años. No hablamos de un disco, ni de un músico
sino de un programa de TV. También pasa con la publicidad, las
películas de Jack Black o incluso libros como el tuyo que analizan el rock. El
rock no sólo se ha adecuado a diversas formas de consumo sino que sus mensajes
más incisivos parecen provenir por fuera de la música. ¿Todo el rock es hoy
meta rock?
-Mucha música
hoy puede ser oída como parodia pero sin el humor. Se copia el estilo pero no
para hacer gracia. Programas como The
Mighty Boosh o Flight of the
Conchords, en cambio, son parte de una parodia distinta. Lo retro se vuelve
gracioso sin el problema de lo anticuado. Pienso en Neil Innes, un músico
ligado a los Monty Python y que trabajó con ellos en The Ruttles. Es buen músico pero no sé si es muy creativo. Como
crítica, puede decirse que el humor te permite eso: no ser muy creativo.
-Cuando el CBGB cerró sus puertas, Patty
Smith dijo algo así cómo “no se preocupen por el CBGB creen sus nuevos CBGB”,
¿se ha perdido esa urgencia?
-Creo que hay
gente con muchas ideas creativas hoy en día, el punto es que no te podés proponer
ser el nuevo CBGB. Se tienen que dar un montón de factores: La gente, el
espacio, las bandas con material excitante. Debe haber nuevos CBGB por ahí
creándose.
-Decís que te hubiera gustado trabajar más sobre la diferencia
entre lo original y la innovación,
¿podés adelantar algo?
-Original significa que no hay nadie como
vos, en la innovación podés copiar a alguien y hacer algo distinto. Cuando en la
escena tecno se comenzó a copiar al sonido de Chicago no se estaba siendo original, pero comparado con el resto de la música era muy
innovador. Podés no ser original y ser innovador. Está bastante relacionado
con la tecnología, tal vez no totalmente, pero en un punto se entrecruzan. Lo
más innovador de los Beatles fue ‘Tomorow Never Knows’ o ‘Strawberry Fields For
Ever’. Sin la tecnología solo hubiesen entregado canciones como ‘Yellow Submarine’,
mucho más clásicas. Lo original tiene más que ver con tu personalidad, con tus
propias marcas, Van Morrison con su voz es original. Es una visión original
pero no necesariamente innovadora.
-En
Después del rock cerrás con la siguiente idea: “Tal vez es tiempo de que
Occidente descanse”. ¿Se relaciona esta idea con la retromanía? ¿Creés que con el cambio sociopolítico que se está
percibiendo en el mundo -el avance del BRIC por ejemplo- haya lugar para un cambio en la
música?-Hay que tener en cuenta que cuando surgió el rock en Occidente, había muchos sectores jóvenes, prosperidad económica y los medios masivos chocando contra los valores tradicionales. En este sentido, la música pop coreana por ejemplo, no es algo nuevo, repite los códigos del pop occidental. Todavía no se ve ese surgimiento, pero seguramente haya uno.
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