No sé si existe algo así como el antipanegírico. Hay que agradecerle al periodista Diego A. Manrique por volverlo popular con su artículo sobre el flaco Spinetta. Es más fácil provocar que escribir con cariño sincero. Un gran problema de la segunda actitud es que se puede caer en lo solemne y lo hipócrita. Como twiteó el amigo Gustavo Álvarez Nuñez (@ganposta): "Ahora todos nos llenamos la boca con palabras de estremecimiento y dolor, ¿pero programaban en sus listas las radios a LAS?". Con la primera, en cambio, uno puede quedar como un pedante, un insensible, ser juzgado por las hordas digitales, incomprendido, inoportuno, o todo eso junto.
La primera parte de su artículo, sin embargo, me parece atractiva. Cuando se refiere a lo que se hubiera perdido el arte, lo mal que nos hubiera ido, si Spinetta hubiese seguido al pie de la letra lo que se cantaba en 'El camino difícil': "Compañero toma mi fusil/ven y abraza a tu General/no ves que el tiempo se quedó a vivir".
Aunque, creo, que Manrique ya empieza mal. Parece más interesado en tirarle dardos al peronismo (no es un pensamiento latinoamericano es ¡el fucking movement!) que hablar del arte de Spinetta. En todo caso, lo político y magistral del flaco fue la sureal poetik de su obra. Atención: eso lo advierte el periodista español. Pero cuando se refiere a su personaje (atención 2: no dice persona) destila una honestidad demasiado brutal. Es como si aprovechara el funeral del flaco para cobrarse alguna deuda. Y lo queremos echar a patadas del entierro.
Queda claro, además, que al estilo gonzo lo inventó y mató Hunter S. Thompson. Ok. Casi le entrás a la ex del flaco ¿Y? Vos tuviste "casi" una noche con la ex de Spinetta, bueno, yo tuve -y tendré- muchos días con su música.
Queda claro, además, que al estilo gonzo lo inventó y mató Hunter S. Thompson. Ok. Casi le entrás a la ex del flaco ¿Y? Vos tuviste "casi" una noche con la ex de Spinetta, bueno, yo tuve -y tendré- muchos días con su música.
Pero todo es cuestión de contexto. Si con la muerte de Antonio Vega, un periodista de rock argento sólo hubiese hablado de que era un drogón o hallado en éste una metáfora del postfranquismo, no tengo dudas de que el commentismo idignado hubiese venido del otro lado del Atlántico.Y a fin de cuentas, allá él que dejaría pasar la chance de surfear su obra o invitar a subirse a la ola de Nacha Pop. Y que es lo mejor que puede hacerse:
Efectivamente, sin insultos.Gracias por tu tono mesurado. Lo de Antonio Vega...sí, se contó aquí en vida y a la hora de su muerte. Y se enfadaron los que le cubrían las espaldas.
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