-Sólo necesito un Fernet con cola -dije mirando al stand que teníamos enfrente-
Saludé a un par de eternautas de ocasión que iban hacia la puerta, pedí una bebida y me senté en la escalera. Desde allí se veía el movimiento en la avenida, habían prendido unos reflectores y comenzaban a llegar las cámaras de los noticieros, los invitados, los actores.
-Nieve. Ahora -dijo alguien detrás mío desde un handy-.
Las bolitas de tergopol impulsadas por las bombas eléctricas tiñeron Callao con su trabajosa y bella falsedad.
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Yo inconcluseo, tú ¿inconcluseas?