Lilita

Cuando entrevistan a la líder de la Coalición Cívica, especialmente en las conferencias de prensa a la salida de un encuentro político, tengo la sensación de estar frente a una quinceañera desbordada por la situación. Con la emoción a flor de piel, seducida por las cámaras, contenta de ser el centro de las miradas, pero le falta el texto escrito para prender las 15 velitas y, por ende, manda fruta. No dudo de su capacidad como cuadro político, debe ser muy hábil en la "cosa legislativa" y en los acuerdos trajinados en pasillos del Congreso. La imagino charlando amistosamente con el jefe de la banca del PJ diciéndole: "Dale Rossi, déjense de hinchar las pelotas con la alícuota del 23 %, vamos por el 20% y brindamos en "El General". Mi viejo la llama cariñosamente "La Gorda" (muy original no es), y aunque nunca la voté, guardo mucho respeto por algunos ex y actuales cuadros de su entorno (Basteiro, Raimundi, Maffia). Pero cuando veo esas entrevistas, ay, como que me da cosita.