MUSICA › A CINCUENTA AÑOS DEL DEBUT DE LOS ROLLING STONES
Sólo rock & roll y diplomacia
En la embajada británica se realizó un evento para
conmemorar el aniversario del primer show de la banda. Una muestra de
fotos de Michael Cooper y una videoconferencia con el creador de
Glastonbury fueron el mascarón de proa para promover la marca británica.
Por Federico Lisica
A
cincuenta años del primer show de los Rolling Stones, la
autotitulada “capital mundial stone”, se sumó oficialmente a los
festejos de oro que comenzaron el pasado jueves y culminarían con un
nuevo tour en el 2013. El evento fue organizado ayer al
mediodía por la embajada británica en Buenos Aires. Y si parece algo
inusual para la conmemoración de un hecho ligado a la cultura rock, cabe
preguntarse si no es más extraña la “simbiosis” entre una banda cuyo
bautismo fue en el Marquee Club londinense medio siglo atrás y lo
generado desde entonces a más de 11 mil kilómetros de distancia.
Dicho de otra forma, el único flequillo con jardinero de jean que
pudo verse en la embajada apareció en un “video tributo” de la banda
hacia Buenos Aires. Entre imágenes del frenesí desatado durante sus tres
visitas al país (y los doce recitales en el estadio de River), Charlie
Watts expresa que lo vivido aquí fue “absolutamente enfermizo”. “Buenos
Aires es diferente”, agrega diplomáticamente Mick Jagger. Mientras que
una frase de Keith Richards (“la audiencia es tan entusiasta, pueden
morir y pareciera no importarles”) agrega un matiz doloroso por lo
sucedido un año antes de su último show en la Argentina, en febrero de
2006. Otras secuencias del corto sobresalen y conmueven: la felicidad
del público atravesada por la maquinaria más duradera, icónica y exitosa
que ha parido el rock (por este mes podrá verse en el sitio web de la embajada).El encuentro se llevó a cabo en la residencia diplomática situada en Recoleta, más específicamente en el microbarrio La Isla. Nombre exacto para los fines de la recepción; en palabras del propio embajador John Freeman, el cumpleaños de Los Rolling Stones sirvió de “pretexto” para promover a la música británica en su conjunto. Music is Great (Britain) es el nombre de la campaña que aglutina una serie de recitales, encuentros comerciales y concursos planificados para el resto del 2012, y que incluyen a la Argentina. Algunos datos: el Reino Unido es el cuarto mercado más importante de la industria musical global, sólo por detrás de Estados Unidos, Japón y Alemania, y constituye una de sus principales exportaciones: genera cerca de dos mil millones de dólares anuales.
Entre tapices y alfombras con leones, cuadros de Isabel II y un largo piano de cola preparado para la ocasión con fotos de Jagger y Richards en Buenos Aires, surgió desde una pantalla Michael Eavis. En la videoconferencia, el creador del Festival de Glastonbury (que se emplaza en el medio de la campiña inglesa), lamentó que Los Rolling Stones nunca hubiesen tocado allí y dejó entrever que hubo negociaciones para que lo hagan en el 2013. Con toda su bonhomía y sencillez de hombre de campo, habló de vacas y acres (una de las tradiciones es que cada banda que toca en el “Glasto” se lleva un queso artesanal) pero también de los cambios en el negocio de la música y de rock: “Diría que mi show favorito fue el de The Smiths a mediados de los ’80; en la primera edición, en 1970, estuvo Marc Bolan y fue genial; Radiohead, Coldplay y Oasis han sido asombrosos también; pero aquí hay espacio para música folklórica irlandesa, tocan en unas colinas y le dan esa sustancia simple y fundamental al festival”.
Otro atractivo de la jornada fue la selección de fotos de Michael Cooper, quien tomó cerca de 3500 imágenes de la banda en sus primeros años. Entre los veinte retratos estaba la célebre “Once Manos”, la cubierta de Their Satanic Majesties Request y otras de entrecasa, como una en la que Marianne Faithfull y Mick Jagger juegan con el propio vástago de Cooper. “Michael sólo sacaba fotos. Hacía eso. Estar cerca de nosotros y ser además la única persona que yo soportaba allí era algo completamente natural para él. Siempre fue un tipo increíble.”, señaló Keith Richards en el prólogo del libro Early Stones, publicado por Planeta algunos meses atrás. Tras la muerte del fotógrafo en 1973, su hijo Adam es quien se ocupa del legado. También presente en el evento (y como no podía ser de otro modo, casado con una argentina) aseguró que esas fotos fueron la antesala de una exhibición a realizarse a fin de año en el Centro Cultural Borges.
Un grupo muy diferente
Sucedió
el 12 de julio de 1962: Mick Jagger y Keith Richards –a poco de
abandonar las carreras de Economía y Artes, respectivamente– subieron al
escenario de un local de jazz junto a Brian Jones en guitarra, Dick
Taylor al bajo e Ian Stewart al piano. Quien se encargó de la batería
sigue siendo materia de debate, en parte porque se señala a Tony
Chapman, mientras que Richards insistió en su biografía Life que en
realidad fue su amigo Mick Avory, luego baterista de The Kinks. Se llamaban distinto (eran los Rollin’ Stones), los habían contratado de improviso y no tenían ni un tema propio (tocaron 18 temas de blues de Muddy Waters y Robert Johnson, entre otros). “Es algo
increíble cuando te ponés a pensarlo –le dijo el cantante a la Rolling
Stone–. Fue hace tanto tiempo... Algunos todavía estamos, pero es un
grupo muy diferente al que tocó 50 años atrás.” El otro Stone que
persiste es, obviamente, Keith Richards, quien también tuvo sus palabras
sobre aquel acontecimiento memorable: “Nadie se imaginaba nada de esto.
Especialmente en aquellos días, una banda cuando mucho duraba dos o
tres años, esperabas pasar un buen rato y eso era todo”, expresó a la
BBC.
En la galería de arte londinense Sommerset House, donde se realiza
una exhibición de la trayectoria del grupo (The Rolling Stones: 50), el
pasado jueves se reunió toda la troupe stone. No se encontraron donde
quedaba el Marquee Club original, porque –paradojas al margen– ahora hay
allí una sucursal del banco Santander. Desde la cuenta de twitter
@RollingStones se siguen reenviando imágenes de fans de todo el mundo a
raíz del jubileo rockero, sumándose así a especiales de TV, libros y
demás. Por otra parte, la banda coqueteó con un posible show de cierre
en los próximos Juegos Olímpicos y dejó la puerta abierta para una nueva
(¿última?) gira en el 2013. “Yo creo que sí, que finalmente la harán.
No será un tour de dos años, pero elegirán ciudades especiales para su
historia, y Buenos Aires estará en la lista”, le dijo un emocionado Adam
Cooper a Página/12.
Grande Fede!
ResponderEliminarMuy buena notelli amicci!!!!!
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