Unconvention en el MICA

El debut de Los Twist, La Dicha en movimiento, llevaba en su portada el siguiente lema: “Grabado en 29 horas y media”. Charly García, productor de uno de los discos emblemáticos de los ’80, corrigió el mito. Tocar de corrido, hacer la mezcla, las regrabaciones y derrapar, les insumió tres días completos. En esa misma cantidad de tiempo, la Unconvention se propuso grabar un disco con artistas argentinos, desarrollar su imagen, filmar los videos, colgarlos a You Tube, y lanzar el trabajo. Pero, además, todo “el proceso colaborativo” (término elegido por uno de sus promotores locales, Fer Isella) pudo ser seguido por cualquiera que pasara por el lugar. Y en realidad, esto es sólo el comienzo. “Se trata de colocar en el centro de la agenda nuevamente a la música”, explica Ruth Daniel, una de las fundadoras del evento de matriz global.  “Tiene una actitud de “hacelo vos mismo” muy fuerte. Lo que se busca es dar  con las raíces musicales del lugar en donde se hace. Queremos compartir ideas, conocimiento e inspirar. Hablamos de muchos temas que no se tocan en otros foros musicales: la música como una herramienta de cambio social, la politización de la música, cómo crear una carrera sustentable siendo artista, y todo lo que trae aparejado la digitalización”.

La primera Unconvention se realizó a finales de 2008 en Salford, Gran Bretaña, y de allí ha pasado por España, Australia, Holanda, Brasil, India y Australia, hasta llegar a la número diecinueve de Buenos Aires (por ahora tienen previstas once más).  “En cada lugar -remarca Daniel-  pasa algo diferente”. En los encuentros británicos reunieron a grandes nombres como British Sea Power y Roisin Murhy de Moloko con otros desconocidos. En India la gran cuestión a resolver fue cómo romper con los esquemas de Bollywood para dar a conocer su rock. En Brasil la escena garaje y la ideología DYF coparon la parada. ¿Y en Buenos Aires?  “En términos de infraestructura fue de las mejores, funcionamos como una fábrica. Lo que más me fascinó fue la calidad de todos los que se involucraron. Desde la creatividad de los diseñadores (los Trimarchi se propusieron trabajar como una banda) hasta los músicos”. Artistas como Pablo Dacal, Altertango, Seba Ibarra, grababan y al toque se armaba un panel de charlas con Jon McClure, John Dyer de Domino Records y gestores culturales de aquí y allá.

En un futuro cercano, esperan funcionar como una red social de cooperación en la web y lograr más cosas como las de la Unconvention en Medellín. “La última noche hicimos una jam en una de las zonas más pesadas de la ciudad. Muchos de ellos eran de bandas rivales de hip hop. Y por primera vez se juntaron para hacer música. Eran cinco mil personas reunidas, gozando, bailando. Se borraron los límites de los barrios. La llave fue a música”.