En mis quince días de vacaciones escribí como 30 páginas (un promedio de dos por día) para "Algo que estoy escribiendo". Acá una frase que copio sin retocar un punto (¡mentira!):
"En el tramo San Pedro-San Nicolás recapacité las tres veces en que nos besamos. La de la fiesta -casi por decantación y suave-, la del bar -inesperada y con un dejo a café con leche que no me resultó asqueroso- y cuando nos despedimos en su casa -algo torpe, obvia pero la más larga de todas-. Fue una cavilación matemática de positivos y negativos, de posiciones labiales, de codificar tiempos, texturas, palabras, el pre y el post de esos breves escarceos. Todo para erradicar cualquier duda pasajera y llegar a la consideración beatífica, reconfortante y esperanzadora: Ella era la indicada".
Le dije a mi novia que el tramo me lo imaginaba muy Juan José Millás aunque en mi puta vida lo leí. Nos reímos y después me sacó unas fotos muy cancheras.
lunes, 31 de enero de 2011
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jajaja buenisimo!
ResponderEliminar¿El texto o el comentario final? Saludos Francisco!
ResponderEliminarme encantó! (el texto) pero... en serio? dale, tenés que leer a Millás. La soledad era esto, para empezar:)
ResponderEliminarHecho. Voy a seguir tu consejo. Pregunta: el párrafo éste, ¿es millasiano o no?
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