Si Manuel
Puig captó las charlas femeninas en sus novelas, la obra “Doméstica” del
grupo Pleimovil succiona las calorías de esa esencia (paradójicamente de sus
silencios) para ponerlas en movimiento. Tres
amas de casa al estilo Hollywood de los ’40, pero también con algo del ensueño
del cine nacional de esa misma época, se disponen en escena. En poco más de 40
minutos, las protagonistas están esperando, bailando, sufriendo, anhelando,
compartiendo.
¿Cuál es la motivación? Un hombre ¿Son tres o es una sóla dialogando con sus personalidades? Quién sabe. Pasar de las sugerencias a la explosión es una de las búsquedas de este grupo de danza contemporánea. Con muy pocos recursos -una mesa, una ventana, un trapo de piso, un mobiliario- las bailarinas llevan a su cuerpo la pesadez de ser en función de otro, de las reglas que las transforman en un rol antes que personas. Así matarán cucarachas y colocarán manteles, se pintarán las uñas y peinarán, jugarán con el filo de una mesa y se dispondrán como en un salón de baile. Esa necesidad de escape es evanescente, sutil, hasta que, claro, ya no pueda serlo.
Más que cuadros son escenas en un sentido cinético y cinematográfico, la música (Ry Cooder, algún bolero, compases de posguerra) alientan aquello que las chicas de hogar no pueden decir (aunque en algún momento verbalicen su sentimiento) pero sí bailar.
DOMESTICA/Grupo Pleimovil/Danza Teatro from Christian Fu on Vimeo.
¿Cuál es la motivación? Un hombre ¿Son tres o es una sóla dialogando con sus personalidades? Quién sabe. Pasar de las sugerencias a la explosión es una de las búsquedas de este grupo de danza contemporánea. Con muy pocos recursos -una mesa, una ventana, un trapo de piso, un mobiliario- las bailarinas llevan a su cuerpo la pesadez de ser en función de otro, de las reglas que las transforman en un rol antes que personas. Así matarán cucarachas y colocarán manteles, se pintarán las uñas y peinarán, jugarán con el filo de una mesa y se dispondrán como en un salón de baile. Esa necesidad de escape es evanescente, sutil, hasta que, claro, ya no pueda serlo.
Más que cuadros son escenas en un sentido cinético y cinematográfico, la música (Ry Cooder, algún bolero, compases de posguerra) alientan aquello que las chicas de hogar no pueden decir (aunque en algún momento verbalicen su sentimiento) pero sí bailar.
28/Sep 23hs
Pata de Ganso: Pasaje Zelaya 3122 (y Agüero) | Abasto – C.A.B.A.
Reservas: 4862-0209 | info@patadeganso.com.ar
Entrada $60.- | Estudiantes y Jubilados $40.-
Pata de Ganso: Pasaje Zelaya 3122 (y Agüero) | Abasto – C.A.B.A.
Reservas: 4862-0209 | info@patadeganso.com.ar
Entrada $60.- | Estudiantes y Jubilados $40.-
Intérpretes: Paz Ladrón de Guevara,
Milagros Rolandelli, Lucrecia Pierpaoli y Teli Ortiz | Idea y
coreografía: Laura Stivelman, Lucrecia Pierpaoli y Teli Ortiz |
Producción Ejecutiva: Marina D’ Lucca | Colaboración escenográfica y en
puesta en escena: Yamila Fontán | Asistencia de dirección y Colaboración
artística: Cristan Vega, Laura Stivelman | Diseño Gráfico: Carla Jasin |
Edición – Trailer: Christian Fumma | Vestuario: Constanza Pierpaoli |
Iluminación: Ivan Nirich- Grupo Pleimovil
Duración: 40 minutos
Duración: 40 minutos
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