lunes, 7 de noviembre de 2011

Un encuentro raro y mágico

Voy en el tren camino a dar una clase sobre rock y periodismo. En la estación Drago se sube Emilio del Guercio. Me presento y comenzamos a charlar. Hablamos de Aquelare aunque yo pienso en Almendra. Me cuenta que está a punto de viajar a México para entrevistar al hijo de Discepolín por un programa de tele y de otro proyecto sobre rock argentino de una Unviersidad. Emilio es amable y tranquilo, su calva es luminosa y lleva el attachet de cuero con más onda de todo el ramal Suárez. Me anota su mail y le digo que nunca supe cómo se escribe su nombre. "Como suena pero sin diéresis", explica. Me pregunta por mi apellido y yo le digo que en ucraniano significa zorro. Abre sus ojos y sonríe. Nos despedimos y bajamos en la misma estación. Podríamos haber seguido con la charla, pero no, mejor que sea así, sin fórmulas ni protocolo.

1 comentario:

Yo inconcluseo, tú ¿inconcluseas?