Esto lo escribí no hace mucho como presentación para un taller de escritura:
"Mi primer acercamiento a la literatura -ese doble
movimiento de leer y escribir- fue con ‘Tinke-Tinke’ de Elsa Bornemann. El
libro traía varias páginas en blanco para que uno pudiese crear sus propios
‘versicuentos’. Los míos no tenían mucho sentido, todos se titulaban “el loco”
y tenían el mismo final: alguien acababa muerto".
Querida Elsa: Siempre tendremos 'Socorro' y 'Tinke-Tinke'
(Q.E.P.D.)